“Esta es la clave principal para un resultado fabuloso”.
¿Has dejado de lado el primer paso? Alcánzalo.
Debes comenzar por tener el cutis bien limpio. Si tu piel es seca, límpiala dos veces con crema. Si es grasosa, usa un limpiador líquido. Pero cuando la piel es fresca y limpia, existe aún la necesidad de un normalizador antes de aplicar el maquillaje; es el primer paso para que éste mantenga su frescura y lozanía.
Aplícate un humedecedor si tu piel está reseca, un tonificador si tu piel es grasosa, y si tienes áreas grasosas y secas, usarás ambas cosas; el humedecedor allí donde se necesite y el tonificador donde aparezca la grasa. El humedecedor impide el descascaramiento y prolonga la vida del maquillaje. El tonificador contribuye a mantener secas las zonas grasosas; el exceso de grasa puede provocar cambios en los colores del maquillaje, y se perderá así la ilusión de belleza que se busca.
Tienes que aprender a maquillarte profesionalmente. Aquí te doy unos consejos que harán tu rostro más bello.
¿Has encontrado el color apropiado para tu base?
El tono principal de cutis determina el tono de maquillaje que debes escoger.
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En este vídeo te enseñamos a aplicar correctamente la base de maquillaje para que puedas disimular las pequeñas imperfecciones de la piel y consiguas un resultado radiante.
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